KRILL 1000 DMI es una fórmula ultra concentrada a base de aceite de krill antártico (con un alto contenido en EPA, DHA y fosfolípidos) y astaxantina.
Los ácidos grasos insaturados de cadena larga de la serie omega 3 denominados ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) constituyen nutrientes esenciales para el crecimiento y el desarrollo, y participan en el funcionamiento normal del cerebro, el corazón y la vista. También tienen un efecto beneficioso en los procesos inflamatorios.
A nivel cardiovascular, los ácidos grasos omega 3 actúan como vasodilatador y antiagregante plaquetario (mediante la prostaglandina E3), aumentando la actividad fibrinolítica. También disminuyen la viscosidad de la sangre, y la presión arterial en normotensos e hipertensos leves. Los ácidos grasos omega 3 tienen un importante papel en la prevención de la arteriosclerosis, ya que disminuyen los niveles de triglicéridos y de las lipoproteínas de baja y muy baja densidad, LDL y VLDL respectivamente.
El EPA y el DHA contribuyen al funcionamiento normal del corazón. También contribuyen a mantener niveles normales de colesterol sanguíneo. El DHA contribuye a mantener el funcionamiento normal del cerebro y al mantenimiento de la visión en condiciones normales.
El aceite de Krill es rico en fosfolípidos, componentes que forman parte de todas las membranas celulares, ayudando a mantener su estructura y funcionamiento. También la protegen de las sustancias tóxicas y del ataque de los radicales libres. A nivel cardiovascular, este ingrediente ayuda a disminuir los niveles de colesterol, disminuyendo el LDL colesterol LDL y aumentando el colesterol HDL, mejora la elasticidad de las arterias, previene la arteriosclerosis, y disminuye la presión arterial. Los fosfolípidos son importantes factores que ayudan a la memoria e incluso favorecen la rapidez mental, gracias a su importante aporte de fosfatidilserina y fosfatidilcolina, imprescindibles para la transmisión de los impulsos nerviosos.
El aceite de Krill tiene un poder antioxidante 550 veces superior al de la Vitamina E y al de la Vitamina A. Utilizando el método ORAC (Oxygen Radical Absorbance Capacity) frente a otros antioxidantes típicos del mercado, se obtienen valores como una capacidad antioxidante 48 veces superior al de la luteína y al de los aceites de pescado, y 34 veces superior a la de la Coenzima Q10. El principal responsable de esta acción antioxidante es un carotenoide denominado astaxantina, que tiene una alta actividad en la protección contra los radicales libres, protege contra la radiación UV, combate el estrés oxidativo, estimula el sistema inmune, disminuye los problemas articulares y posee propiedades anti-inflamatorias.